Por lo general, el combustible es el mayor gasto de un equipo de construcción. En algunos mercados, de hecho, supera con creces el coste de la mano de obra, el mantenimiento y el seguro. Por esa razón, cuando se reduce su consumo, se logra una disminución inmediata y drástica del coste total de propiedad.
Cuando se maneja una excavadora de Volvo, por ejemplo, los operadores disponen de nueve ajustes diferentes entre los que elegir y que se agrupan en cuatro modos de trabajo: I (ralentí), G (general), F (precisión) y H (pesado). De esta forma, ajustan la cantidad de potencia de la máquina y el combustible que consumen, en función de las necesidades de cada trabajo.
Además, las excavadoras de Volvo incluyen la activación automática del ralentí, con la que el operador puede configurar la máquina para que se cambie automáticamente al ralentí si permanece inactiva durante un periodo determinado. El margen de tiempo puede ser de entre tres y veinte segundos.
Con estas dos características, los operadores pueden conseguir un consumo insuperable de combustible, lo que no solo es beneficioso para el medioambiente, sino también para su economía.
Hasta en los estudios internos realizados por Volvo CE se constata que, por norma general, las excavadoras están al ralentí aproximadamente el 50% del tiempo, lo que produce de forma totalmente innecesaria un consumo de combustible, desgaste de piezas y más horas de trabajo.
Cuando se conectan las máquinas al sistema de telemática CareTrack y se solicita un informe Insight Report, los propietarios pueden ver la cantidad de tiempo qué están sus excavadoras al ralentí y qué pueden hacer para reducirlo. Un objetivo realista gira en torno al 25%.
Para lograrlo, los propietarios disponen de varias posibilidades: la formación de los operadores o una reunión con Volvo CE para tratar de qué forma pueden ajustar la cantidad y la capacidad de las máquinas para que consigan objetivos de toneladas por hora o de coste por tonelada.
Siempre que se controlan los tiempos al ralentí, los propietarios reducen el gasto en combustible (así como el impacto medioambiental), los costes de mantenimiento y la depreciación de la máquina.
Cuando se conectan las máquinas, se reducen también los costes en mantenimiento. En lugar de no llevar ningún mantenimiento ni realizar ninguna reparación hasta que una excavadora se averíe, los clientes pueden supervisar el estado de sus máquinas de forma preventiva, con la ayuda de su concesionario. De esta forma, pueden detectar cualquier incidente que pueda surgir para ponerle solución antes de que se convierta en un problema de mayor envergadura con el consiguiente gasto elevado.
El nuevo servicio de Volvo CE llamado Active Care, que solo se ofrece en algunos concesionarios, es la herramienta de Volvo para encargarse de supervisar e informar sobre el estado de las máquinas, con el objetivo de que sus propietarios dispongan de más tiempo para realizar su trabajo. Este servicio inteligente de telemática agrupa la supervisión del estado de las máquinas, con informes semanales, alertas y la planificación de las revisiones. Todo esto equivale a un mayor tiempo de máquina disponible y a una reducción de costos para el cliente.
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